Una mirada a las tendencias de Twitter llamó la atención de algunas mujeres hace algún tiempo debido al hashtag #vaginaisanogarliczone (“la vagina es una zona libre de ajo”). Pero espera un momento. ¿Realmente están las mujeres introduciendo ajo en su vagina? La respuesta (¡impactante!) es: SÍ.
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Un tweet de la ginecóloga estadounidense Jennifer Gunter fue lo que generó el debate sobre esta práctica bastante extraña, y en absoluto segura, en las redes sociales. Esto se debió a que ella refutó la información de que el ajo es un buen remedio casero para tratar infecciones por hongos, como la candidiasis.
Entonces, ¿ayuda el ajo en la vagina a curar estos problemas?
Aunque el ajo es muy elogiado por sus propiedades medicinales, incluyendo las propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, esto no se aplica a la salud vaginal.
Gunter explica que introducir objetos extraños en el canal vaginal que no fueron diseñados para este propósito puede causar mucho daño, aunque sea algo “natural”. Además, el compuesto dialil disulfuro, responsable principal del olor y sabor del ajo, puede causar quemaduras químicas, ampollas y dermatitis alérgica de contacto (eccema) en la piel. Entonces, ¿por qué lo introducirías en la vagina?
“Mi consejo: no confíes en ninguna indicación médica de quienes recomiendan usar ajo en la vagina para tratar la candidiasis”, escribió la profesional en Twitter.
En respuesta a las personas que afirman haber utilizado esta técnica y haber comprobado su eficacia, Gunter señala el efecto placebo como la razón.
Se trata de una idea que tu cerebro genera para convencer a tu cuerpo de que un tratamiento falso es real y, con ello, estimular la curación.
“El efecto placebo es fuerte. Si crees que introducir ajo en la vagina te hará sentir mejor temporalmente, es posible que realmente te sientas mejor temporalmente”, concluyó.